domingo, 7 de abril de 2013

"El trabajo es la dictadura": el gran circo de la actualidad



Comenzó a pasar con las obras de vanguardia, pero hoy día pasa con obras contemporáneas de cualquier rama del arte. Esa sensación de duda, de extrañeza y e incluso de vergüenza que se siente tras conocer un trabajo que nos deja estupefactos, indiferentes o agitados y que no sabemos muy bien si es una broma o la obra de un auténtico genio. Posiblemente sea la performance el ejemplo paradigmático de lo que se está describiendo, y es que en la destrucción de límites y el empeño de convertir la obra en un shock, el arte se ha hecho circo.

En este ir-más-allá ha sido posible una inversión de la realidad al conseguir en la performance una imagen circense de la realidad, un delirio en el que uno no sabe muy bien dónde está colocada la carpa del circo, y no distingue dónde está el "afuera" . Porque en el circo de Santiago Sierra no hay colorines, ni bailes, ni fieras ni luces. No hay un gran foco que apunta al centro de la pista porque en El trabajo es la dictadura, no hay más que gente trabajando. En enero de este año se contrataron treinta personas inscritas en el paro con la condición única de "tener buena letra". Durante nueve días, esas treinta personas trabajaron en una performance que consistía en rellenar mil libros vacíos con la frase "el trabajo es la dictadura". Se les pagaba el salario mínimo y sólo se dedicaban a poner esa frase en las páginas pares de unos cuadernos azules que unos encargados les entregaban. De diez a dos y de cuatro a ocho. En cifras: ocho líneas en 60 páginas útiles supone cada persona copió el enunciado "el trabajo es la dictadura" una media de 16.000 veces durante un total de 72 horas. Por supuesto, los libros con las copias se piensan vender, a unos 24€ la unidad.

Posiblemente la noticia llegue tarde porque en su día incluso los medios generalistas se hicieron eco de los planes de Santiago Sierra, pero como suele pasar en estos casos, la polvareda es mucho más aparatosa que la propia estampida. "Polémico", "controvertido", "provocador" y otros adjetivos trufaban los reportajes, pero la verdad es que los términos estaban domesticados. Parecía un episodio de "sucesos". Se cuenta que una de las personas, durante el proceso de selección, se marchó indignada, pensando que todo aquéllo era una broma de muy mal gusto. Puede que no fuera la única que pensaba que iban a ser usadas para unos fines indignos e ilícitos, pero por supuesto, podemos estar seguros de que los que se quedaban necesitaban el dinero. Sin embargo, más de uno simpatizó, dijo entender todo aquéllo y participó de buen grado, con el aliciente de ganarse un pellizco.

Pero ¿qué es lo que pasó aquí? Al hacer la pregunta servidor descubre que no es tan fácil distinguir el interior de la carpa y el exterior. El espacio circular que abarca la carpa deja aberturas de escape y discernimiento claro sólo si estamos seguros  de que "realidad" no debe usarse con comillas, si evitamos el juego del pez en la pecera: una realidad cambiante en función del punto de vista. Particularmente, suelo consternarme al ver cómo en el intento de distinguir el interior y el exterior del circo se suele acabar en una segunda carpa que contenía la anterior. Así, el verdadero circo no es tanto la performance como lo que se pone en marcha al hablar de ella, cuando se pregunta a amigos y familiares lo que ven y  lo que les despierta esto: Es un artista que usa el lenguaje y la praxis explotadora para denunciar la explotación, una paradoja. ¿Está claro no? Son trabajadores anónimos en una cadena de producción para generar beneficio, un show grotesco de las entrañas del sistema. Es de cajón. Es una llamada de atención de las contradicciones del capitalismo. Sin duda. Es una feroz manera de provocar la polarización de la sociedad en torno a lo que es inevitable, que es el trabajo. Exacto. Es gente haciendo lo que ha elegido hacer. Pues... sí, tal vez. Es una provocadora denuncia de la precariedad galopante. Por supuesto. Es alienación en estado puro. Sagaz observación, camarada. Es todo lo anterior. ¡Claro que sí, amigo! Nada de eso, el autor se está riendo de todos. Eso es.

3 comentarios:

  1. Javi, por fin me decido a escribirte, aunque realmente no tenga mucho que aportar, pienso que es estimulante intentarlo al menos, y he empezado por el artículo más reciente! A ver si me da tiempo a leer todo lo demás y te comento!!!

    Gracias a tu artículo he conocido a este artista y buscando información muy general sobre él, algunas de sus obras anteriores. Me ha gustado saber de su existencia.

    De hace tiempo me llama la atención el hecho de poder hacer casi lo que a uno se le venga en gana, si se tiene dinero. ¿Qué no haremos las personas por un sueldo, por unas monedas? Supongo que de alguna forma gran parte del sistema funciona porque la gente tiene que "comer", y si la oferta existente nos da esa "oportunidad", intentamos aprovecharla.

    Sospecho que el artista "se aprovecha" precisamente de esta tendencia para realizar algunas de sus obras, ¿correcto? Como una forma de recordarnos, que efectivamente así funcionan las cosas.

    La idea del circo me ha gustado, y me ha recordado a esa idea de que todo es espectáculo, de Debord, "La sociedad del espectáculo".

    Por otra parte, me quedo con la intriga de eso a lo que realmente te querías referir en tu artículo, a cómo lo ves tú.

    Gracias!

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    1. Abdo, sea lo que sea lo que puedas decir, creo que vale la pena siempre. Y no es peloteo, de verdad:

      El artista juega un poco con nosotros y mi forma de sacarle punta a esto es viendo como en el fondo subyace la necesidad, que a la vez es una trampa, de darle un sentido unificado y coherente con concepciones totalizadoras del mundo.

      La entrada está pensada para el misterio, tiene gracia sostenerlo :P

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    2. Muchas gracias por lo que dices Javier, me has hecho sentir valorado.

      Intentaré seguirte todo lo que pueda y aportar, aunque sea poco.

      Me ha gustado la expresión: "pensada para el misterio", tiene su miga.
      Me gusta la línea que estás siguiendo en cuanto a las "concepciones totalizadoras del mundo". Sé que seguramente tienes mucho reflexionado y que hablar sobre ello, pero me gusta.
      Un abrazo.

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